Cap. 2 - Sentirse ¿Bien?... ¿Con ellos?

Capitulo 2.

—Bill... —susurra

—Tranquilo Tom, aun no.

Se forma un silencio tenso entre los dos hermanos, ellos estan ahi, en el mismo pueblo de siempre, tratando de hacer lo de siempre... cazar, pero hay algo diferente esta vez

—Demonios, ¿estas seguro Bill? —voltea en dirección a su hermano, perdiendo momentáneamente de su vista a aquellas chicas, que están apunto de ser sus presas.

—¡Te he dicho que no! —gime impaciente

—Deberías saberlo, ¡Eres un rastreador! —lo reprime

—¡Eso ya lo se!, es la primera vez que me paza entiende Tom, no seas terco

Bill es un rastreador, un vampiro capaz de detectar a otros como el solo con verlos, ademas de localizar "extravíos" (vampiros fugitivos) o presas fácilmente, pero por primera vez en su existencia esta confundido, no sabe si la chica frente a ellos es una de ellos o es una simple humana, lo que lo irrita haciendo que sus colmillos se vean crecidos y sus ojos destellen de un azul eléctrico increíblemente hermoso

—Bien —dice Tom —pero que hay de la pequeña del cabello rubio ¿no puedes ver tampoco?

—¡Es humana Tom! con ella no es el problema —ruge Bill molesto

—Tranquilizate, buscaremos otro pueblo para cazar, no podemos arriesgarnos a que pertenezca a un clan cercano

—No —Lo interrumpe Bill ya lo bastante irritado —hay una manera de averiguarlo

—¡Bill no seas terco! ¡Deja ese estupido orgullo a un lado! —Dice su hermano ya demasiado tarde

Antes de que (tu nombre) pudiera darse cuenta, tenia a Bill detrás suyo observándola... hasta que Anna se percata de su presencia

—¿Quien eres tu? —pregunta la chica confundida

Nunca lo había visto en el pueblo y su increíble belleza la hace templar... podría ser uno de "ellos".

Cuando (tu nombre) se da cuenta de que los hermosos ojos de Anna no están puestos precisamente en ella, si no en algo mas. Algo detrás de ella, un escalofrió recorre toda su espalda haciéndola tiritar. Voltea por inercia o tal ves por curiosidad para ver en ese instante esos ojos, por el momento ocultos bajo el color avellana.

por unos segundos que parecen ser minutos, (tu nombre) se sume en un especie de trance del que no puede salir hasta que el sonido sordo del cuerpo de Anna desplomándose la hace reaccionar y la extraña tranquilidad que sentía hace unos segundos antes abandona su cuerpo para que en su lugar el miedo gobierne, -es uno de ellos- es la única explicacion que encuentra, debe ser uno de esos seres, los únicos capaces de jugar con tu mente, de confundirte y jugar contigo antes de... arrebatarte la vida, y aun sabiéndolo no huye, ni corre ni hace amago de querer irse 

—¿Que rayos eres? —gime (tu nombre), tratando de calmar su agitada respiración

—Lo mismo quisiera saber —Dice Bill curioso. Toma la mano de la chica la cual descansaba inerte a uno de sus costados, sus ojos ámbar y su piel aterciopelada, su olor, su pálido color, su perfecta figura... todo en ella es perfectamente armonioso, tal como lo es en el, y el resto de ellos... pero hay algo diferente en ella, algo que lo hace confundirse, en ella hay Vida. Sin pensarlo mas Bill extiende la palma de la chica y hace un rasguño, rápido y ligero, apenas visible, al menos hasta que la sangre brota

—auch —gime (tu nombre), aun cuando no siente dolor, la herida es demasiado diminuta. Ella sabe que debe correr y alejarse de ese ser que sin duda no es humano, pero no lo hace, ella se queda ahí, inerte, observando su sangre hacerse ligeramente perceptible a través de la herida

—Demonios Bill —susurra Tom, desde su escondite. No tiene opción mas que salir en busca de su hermano

Los ojos de Bill se tornan rojos al instante en que este percibe el intenso olor de la sangre (a pesar de ser apenas un rasguño), un olor que jamas había percibido, dulce y embriagador e increíblemente fresco... único. Hace que Bill comience a descontrolarse, pero este se obliga a si mismo a reprimirse, por alguna extraña razón no quiere dañarla, a pesar de ser una simple humana que bien podría ser su presa del día

Poco a poco la respiración agitada de Bill vuelve a la normalidad, al igual que sus hermosos ojos carmesí

—¿Que eres? —pregunta nuevamente (Tu nombre) pero esta ves lo hace curiosa y no temerosa

—¡Bill! Grita Tom detrás de este

Bill ni siquiera voltea a verlo, suelta delicadamente la mano de (tu nombre) y susurra:

—Es humana Tom, no te preocupes

—Eso no interesa Bill, despierta a su compañera y vayámonos —le ordena

Bill le dedica una ultima mirada a esos ojos ambarinos y se da la vuelta para dirigirse a donde se encuentra su hermano, pero la voz de (Tu nombre) lo detiene

—Esperen... —dice confundida, confundida por que no sabe por que los ha detenido. Lo mejor seria que se fueran —¿Los... los volveré a ver?

—No lo creo —responde Bill —no si tienes suerte

¿Suerte?, ella no quiere tener suerte. Solo quiere volver a verlos, encontrarse con ellos y sentirse nuevamente... ¿Bien?, ¿bien con su compañía?, ella no puede sentirse así, no cuando podría ser la cena de aquellos chicos

Cuando ve que comienzan a alejarse de nuevo para irse, lanza una pregunta, aunque no sabe si es realmente porque quiere saber o es por retenerlos una vez mas

—¿Que le hiciste? —Bill voltea curioso al escuchar el tono de (Tu nombre)  —A Anna... ¿que le hiciste? ¿fuiste tu, no es así?

Bill sonríe antes de contestar

—No te preocupes tu amiga estará bien. Solamente la he dormido para poder acercarme —se da la vuelta para irse al fin pero recuerda —ah —dice Bill aun dándole la espalda a la chica —no recordara que me vio, así que te aconsejo que no pierdas tu tiempo, hasta puede tomarte por loca

Y es lo ultimo que dice, ambos desaparecen de su vista sin dejar ni siquiera un misero rastro que pudiera llevarla hasta ellos 


*******Saluditossssssss